“El futuro no pertenece a nadie. No hay precursores, no existen más que rezagados”, esta afirmación de Jean Cocteau nos ubica muy gráficamente en el escenario actual del estado de la cuestión. Efectivamente el futuro fue ayer, aunque tal vez, nos hemos quedado algo rezagados. El futuro fue ayer, decíamos, y tendríamos que remontarnos al menos 20 años atrás, concretamente al año 1996 para encontrarnos con él.
Los Centros de Mediación Familiar continúan abiertos y atendiendo a usuarios, incluidos niños y adultos mayores. Sólo se ha indicado como única medida descongestionar los centros de mediación con el agendamiento vía web y prorrogando fechas de audiencias de mediación.
Según nos han comentado muchos centros de mediación, estas medidas son poco eficientes, porque las personas siguen llegando a las sesiones agendadas, lo cual implica traslados, compartir con otras personas la sala de espera y luego sesionar a puertas cerradas por más de una hora con ellos.
Lo anterior puede ser un foco de contagio no sólo para las personas que acuden a los centros, sino también para los profesionales que trabajan en ellos, asistentes administrativas y los propios mediadores, quienes regresan a sus casas a compartir con sus familias, muchas de ellas con niños en cuarentena, con alto riesgo de portar el virus.
Sostienen dichos centros que la única medida razonable sería que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Chile determine el cierre temporal de los centros, puesto que no cumplen con un servicio de primerísima necesidad que justifique el riesgo de continuar atendiendo público en estos momentos de contingencia mundial.
La anterior situación no se condice con lo dispuesto en el acta 41 y 42 de la Excelentísima Corte Suprema de Chile, quien ha emitido las medidas extraordinarias publicadas más arriba, en resguardo de sus funcionarios y de toda la población. En Chile, la Mediación Familiar depende del Ministerio de Justicia, no de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, por lo que la medida de la Corte Suprema no les alcanza a los Centros de Mediación Familiar del país. Se espera un pronto pronunciamiento del Colegio de Mediadores de Chile.
ENTRETENIMIENTO Y CULTURA PARA LOS QUE SE QUEDAN EN CASA:
La Opera Metropolitana de Nueva York va a tener streams gratis. Cada noche a las 7:30pm EST mostraran una ópera nueva, y estará disponible durante 20 horas. La página es www.metopera.org El calendario de esta semana:
Lunes: Carmen
Martes: La Boheme
Miercoles: Il Trovatore
Jueves: La Traviata
Viernes: La Fille du Regiment
Sabado: Lucia di Lammermoor
Domingo: Eugene Onegin
La Filarmónica de Berlín abre gratuitamente su Ante el cierre de su casa, la Philarmonie, debido a la epidemia de coronavirus que asola el planeta, la Filarmónica de Berlín ha decidido contrarrestar este silencio forzoso permitiendo el acceso gratuito a su Digital Concert Hall durante un mes https://www.youtube.com/playlist?list=PLNq2eaZvd5PsY9bF9QTeJ30IRscWVT_4c
De entre los múltiples escritos sobre qué se entiende por cultura destacan, a nuestro parecer, los postulados de Clifford Geertz (1987) referidos a que la cultura puede ser entendida como sistemas en interacción de signos interpretables. Es decir, que la cultura estaría conformada por diferentes símbolos que interactúan entre sí y que pueden ser interpretados por nosotros. Ello nos lleva a plantear de acuerdo al mismo autor, que el ser humano “se encuentra inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido” (GEERTZ 1987:20), de manera que diremos que “la cultura es esa urdiembre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones.” (GEERTZ 1987:20). Lo que intentaremos entonces es la explicación de fenómenos, tales como los conflictos, “interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su superficie”. (GEERTZ 1987:20). De acuerdo a esto entenderemos que la cultura “no es una entidad, algo a lo que puedan atribuirse de manera causal acontecimientos sociales, modelos de conducta, instituciones o procesos sociales; la cultura es un contexto dentro del cual pueden describirse todos esos fenómenos de manera inteligible” (GEERTZ 1987: 27)